Cuenta la leyenda que la zona fue refugio de bandidos que asaltaban la carreta que cubría el tramo Bs.As. – San Juan durante el siglo XIX y principios del XX.
Los bandidos asaltaban la carreta y luego partían a refugiarse en la zona del Potrero de la Aguada, donde la geografía de intrincados laberintos rocosos les permitía eludir a los agentes de la ley. Esos gauchos bandoleros, tenían la costumbre de faenar vacunos para sus asados y lo primero en asar y comerse era la quijada de los mismo; de allí que en la cartelera oficial de la época eran buscados y se ofrecía importante recompensa por la captura de los “Gauchos de las Quijadas”. Esta costumbre daría origen al nombre de “Sierra de las Quijadas”…
Las intrigantes sierras aparecen en el noroeste de la provincia de San Luis como resultado de la elevación de un conjunto de capas producido hace millones de años, y del posterior juego travieso de la erosión sobre la montaña producto del plegamiento. Esta acción complementaria fue sin dudas la afortunada causa del origen de los valles y quebradas que hoy exhiben altaneros sus distintos cortes sedimentarios conformando un paisaje único.
Fue creado Parque Nacional en 1991 y ocupa una zona semiárida caracterizada por una vegetación de matorrales y por un bosque adaptado a la sequedad. Muestra acantilados farallones y miradores de entre 200 y 300 mts. de altura, teñidos de una coloración rojiza.
El Potrero de la Aguada es un enorme anfiteatro natural rodeado de abruptas paredes, en el cual la erosión ha tallado relieves y depresiones como graderías, columnas, farallones, acantilados y cornisas, componiendo un paisaje para el asombro.
A pocos km. de la entrada se encuentra el sitio arqueológico conformado por más de 20 hornillos o botijas utilizados probablemente para la producción de piezas cerámicas de un asentamiento indígena, que correspondería a la cultura huarpe.
Se han encontrado restos fósiles de 2 especies de pterosaurios o lagartos alados, uno de ellos con barbas que formaban una especie de canasto para retener los microorganismos de los que se alimentaban filtrando agua.
Los senderos interpretativos ubicados en los miradores superiores del Potrero de la Aguada permiten obtener increíbles panorámicas. Los más resistentes tienen dos recorridos que se hacen con guía, pueden caminar hasta la huella fosilizada del dinosaurio o descender hacia el valle del Potrero de la Aguada y cruzarlo hasta alcanzar los pies de los majestuosos farallones.
Un recorrido a través de formaciones teñidas de rojizo,
talladas por los vientos y las lluvias
proponen un juego donde la imaginación es la protagonista..
El dato:
Se debe tener en cuenta que el área aún no cuenta con todos los servicios requeridos para el visitante, por lo que se recomienda ir provisto de agua y de algún tipo de protección contra el sol.-Cuando las temperaturas superan los 37° se suspende todo tipo de actividad en senderos.-
