Esta historia fascinante nos lleva al corazón de la Patagonia, donde las majestuosas ballenas Sei han hecho su regreso triunfal después de casi un siglo de ausencia. Afortunadamente hay casos que la naturaleza nos da una segunda oportunidad y este es el caso.
Este relato comienza en el año 2019, cuando un grupo de científicos encabezado por Mariano Coscarella decidió emprender un ambicioso proyecto de relevamiento de ballenas en el Golfo San Jorge, específicamente en la zona de Punta Marqués que desde 1929 estos colosos marinos dejaron de verse debido a la implacable caza que sufrieron en esos tiempos.
Tras años de estudio y análisis, los investigadores hicieron un descubrimiento emocionante: la ballena Sei, una especie en peligro de extinción, estaba retornando a estas aguas en números significativos. Este hallazgo no solo marcó un hito en la conservación de la biodiversidad, sino que también abrió nuevas puertas al turismo en la región.
Los datos recopilados, gracias a vuelos de relevamiento y colaboración con la Fuerza Aérea, ofrecieron una visión sin precedentes de la vida marina en el área. Y lo más emocionante: sugieren que estas aguas podrían convertirse en un santuario para las ballenas jóvenes, un lugar de alimentación crucial para su crecimiento y desarrollo.
Gracias al apoyo de National Geographic a través del Programa Pristine Seas, el equipo pudo estimar una población de alrededor de 2600 ballenas durante los meses de abril a junio. Estos magníficos gigantes marinos, la tercera especie más grande después de la ballena azul y el rorcual común, ahora son una vista común en estas aguas durante la temporada alta.
Pero el descubrimiento va más allá de la ciencia. Abre las puertas a una nueva aventura para los amantes del turismo y la naturaleza.
Imaginá explorar las aguas cristalinas del Golfo San Jorge, siguiendo los pasos de estas majestuosas criaturas mientras se alimentan y juegan en su entorno natural y seguir a Puerto Pirámides para contemplar la ballena austral…