Villa Giardino invita a recorrer sus rincones verdes, un circuito religioso, otro gastronómico y el Camino de los Artesanos, repleto de coloridas tiendas y talleres. Cuánto salen los tours, comer y hospedarse en este destino de Córdoba.
A Villa Giardino se la conoce como “El Jardín de Punilla” por la gran cantidad de árboles y flores que avivan sus caminos. Se llega a este enclave serrano tras recorrer 75 kilómetros desde la ciudad de Córdoba, entre otras vías de acceso.
En la entrada a la comuna los visitantes se encuentran con un reloj floral que adelanta su carácter natural. Más adentro, por Avenida San Martín aparece la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes, primera parada del circuito religioso local.
Esta propuesta incluye puntos más alejados como la gruta homónima y la Capilla Nuestra Señora de la Merced. Ambos se ubican a unos 2,5 km del ingreso al pueblo, en torno a la estancia Alto de San Pedro.
A un km del circuito gastronómico del centro de Villa Giardino se encuentra la Reserva Natural El Portocelo. Desde allí se accede al balneario y camping de la comuna, un punto ideal para disfrutar de las aguas del río Grande de Punilla.
Unos km al norte aparece el balneario Los Quimbaletes. Es un rincón calmo que se presta para pasar la tarde. En cambio, camino al sur se llega al Molino de Thea, sobre el que se construyó una vistosa pérgola que abre vistas imponentes.
Otra alternativa dentro de este programa es la antigua estancia Alto San Pedro. Se trata de una reserva natural de 1.100 hectáreas en la que abundan arroyos, cascadas, ollas de agua y bosques de almendros y alcornoques.
En torno a la casona se pueden realizar actividades de montaña como tirolesa, rappel y tiro al arco, además de caminatas y cabalgatas acompañadas de avistaje de aves y reconocimiento de flora y fauna nativas.
El Camino de los Artesanos
El Camino de los Artesanos es otro de los distintivos de esta florida localidad. Es un circuito de 9 km que conecta Villa Giardino con La Cumbre. En el trayecto, se van encontrando casas de artesanos, atelieres y restaurantes de perfil regional.
Se puede encarar este sendero desde Av. San Martín. Son dos km hasta el inicio. Luego, comienza el camino, que es de ripio. Se propone recorrerlo a pie, en bicicleta o auto, con diferentes ventajas según cada opción.
A los costados del circuito se observan tiendas de artesanías y productos regionales. Algunas trabajan con telares y obras en madera, hierro y metal. Además, se aprecian cultivos de plantas serranas, entre otras curiosidades.
A lo largo de la ruta se encuentran casas de indumentaria y decoración, así como locales que elaboran dulces caseros y conservas. En el apartado gastronómico la expedición se presta para probar las delicias que se ofrecen en confiterías y restaurantes.