Talapazo es un pequeño pueblo ubicado a la ladera de la montaña de Quilmes, a 7 kilómetros al oeste de la ruta 40, en la provincia de Tucumán. Se trata de una comunidad ganadera, agricultora y dedicada a los nogales. Son 25 familias que hace unos años se iniciaron en el turismo rural.
Ser visitante en Talapazo, significa poder ser partícipe de la cotidianidad que se encuentra en cada una de las actividades del poblado. Sacar leche de las cabras, observar la cría de animales o aprender el proceso de elaboración de dulces y vino son las actividades más habituales que se realizan aquí.
En estas tierras la gente siembra papa, zapallo y algarrobo para hacer patay, sumado a un sinfín de hierbas curativas que naturalmente crecen en la zona. También se crían cabritos y ovejas. Cuando se atraviesa la inmensidad de sus caminos pedregosos y desérticos, decorados con imponentes cerros, es común observar burros salvajes, zorros, vizcachas, guanacos y una variedad importante de pájaros. No es extraño ver el cóndor custodiando los aires desde lo alto.
Cuando se está en Talapazo, se vuelve impostergable la visita al sitio arqueológico que se encuentra allí, a solo 200 metros de la ruta de ingreso al pueblo.
Allí pueden observarse restos de vasijas, morteros y estructuras realizadas con la técnica de la pirca, es decir, paredes construidas con piedras, una arriba de la otra, sin aditamento. También hay miradores desde donde se puede apreciar la inmensidad de las montañas calchaquíes. El visitante, mediante caminatas, puede hacer el circuito de La Mina, donde se extraía hasta el año 200 mica y algunas piedras preciosas.
Para comer en Talapazo, es un indiscutible El Quincho, atendido por Paola Agüero. Allí se realizan riquísimos desayunos y se hacen infusiones con diferentes hierbas de la zona. También preparan bollo casero, quesos y tortillas a la parrilla para aquellos que no conocen y quieren adentrarse en la cocina típica. “Nos interesa que la gente comparta lo mismo que comían nuestros abuelos. En invierno hacemos frangollo con maíz molido, empanadas fritas y huaschalocro con queso, maíz y carne de cabrito”, describe.
Toda la comida es natural, de cosecha propia. son una comunidad. Un vecino aporta la verdura, otro el cabrito y otra persona trae quesos de cabra desde el cerro, que la tradición del trueque no se pierda.-
Sandro Llampa es guía de Talapazo y uno de los que más incentivó al pueblo a dedicarse al turismo comunitario como base de su desarrollo. Tuvimos una linda charla en Viajero Frecuente radio y nos cuenta cada detalle de su pueblo.-
El dato:
Alojamiento en Colalao del Valle:
Fuente: Tu diario de viaje – Tucumán Turismo